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La apuesta del Caribe y Barranquilla por la energía eólica


La costa Caribe se ha vuelto una zona atractiva para la generación de energía eólica.

En la fuerza del viento del mar Caribe, en el norte del país, están puestas las miradas de inversionistas, compañías multinacionales y el mismo Gobierno colombiano.

En las costas del Caribe colombiano han identificado una de las mejores zonas del mundo para la explotación de energías renovables no convencionales, a través del desarrollo de parques de generación eólica en el mar.

“La región Caribe es el epicentro de la transición energética”, sostiene el ministro de Minas de Energía, Diego Mesa, al asegurar que 50 gigavatios es el potencial eólico costa afuera desarrollable en Colombia; es decir, tres veces el actual parque de generación del país.

Entre las ventajas de la construcción del parque eólico costa afuera se destaca la calidad de la energía, que es el doble de eficiente que la de un parque eólico en tierra.

Esto se debe –explican los expertos– a que la velocidad del viento es mayor y más constante; menor impacto visual y acústico y mayor capacidad instalada a la de un parque eólico en tierra.

“Regiones como Santa Marta, Barranquilla y La Guajira serán las pioneras en implementar los pilotos de la energía eólica costa afuera”, subrayó Mesa durante la definición de la hoja de ruta para la expansión hacia fuentes de energías limpias que presentó la semana pasada en Barranquilla, durante un evento que contó con la presencia del presidente Iván Duque y de otros altos funcionarios del Gobierno Nacional, así como autoridades locales y departamentales.


El alcalde Jaime Pumarejo en una mesa de trabajo sobre los retos de la energía eólica para Barranquilla.

Las apuestas en este documento están por el momento al 2030, fecha en la que se estima que la región Caribe esté entregando 1.000 megavatios, cuando deben estar en operación parques eólicos en Bolívar y Atlántico.

Esta cifra subiría a 4.000 megavatios en el 2040 y al 2050 se podría contar con 9.000 megavatios.

Esta hoja de ruta, que es la que permitirá establecer el marco normativo, contó con el apoyo del Banco Mundial, que financió la consultoría, y los gobiernos de Dinamarca y el Reino Unido.

El estudio permitió identificar una zona de 12.200 kilómetros de áreas desarrollables para parques eólicos, que han sido divididas en tres zonas, y en donde se alcanzan brisas de hasta 13 metros por segundo, más que el doble del promedio mundial.

“Hoy tenemos una magnífica oportunidad de tener una soberanía energética en el Caribe colombiano, de generar empleos y de hacer parte de la ola de energías renovables en el mundo y de generar industria”, expresó el presidente Iván Duque hace unos días desde Barranquilla, durante la presentación de la hoja de ruta de este proyecto en la región.

Y es tanto el impacto de estas iniciativas, que en el futuro será mucho más grande que Hidroituango, el proyecto hidroeléctrico que se construye en Antioquia y que garantizará, cuando entre en operación, alrededor del 17 por ciento de la energía del país.

Si se cumplen las metas de la generación eólica, en 30 años Colombia generaría 3,75 veces la capacidad que tendrá el proyecto Hidroituango, el cual empezará a operar en los próximos meses, según el cronograma de Empresas Públicas de Medellín (EPM).Así va el primer proyecto

BlueFloat Energy, empresa española con oficinas y proyectos en desarrollo en Reino Unido, lidera en Colombia el desarrollo del parque eólico costa afuera Vientos Alisios, situado en el municipio de Santa Catalina, entre las costas de los departamentos del Atlántico y Bolívar.

Carlos Martín –CEO de BlueFloat Energy– aseguró que Vientos Alisios es el proyecto eólica costa afuera en Colombia más avanzado, ya que es el primer desarrollo offshore colombiano en recibir prefactibilidad de la Dimar (enero 2021), y la aprobación de los organismos listados por la autoridad marítima en el 95 por ciento conseguido.

Hoy tenemos una magnífica oportunidad de tener una soberanía energética en el Caribe colombiano.

Además de una oferta de conexión de 200 megavatios ya recibida por la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) del Ministerio de Minas.

Tendrá una capacidad inicial de 200 megavatios, expandibles a 500, con 35 aerogeneradores y entrada en el 2028.

Martín contó que con la presentación de la hoja de ruta quedó el panorama más claro para los inversionistas.

“La prefactibilidad terminará en enero del 2024, dos años de ingeniería de detalles, contratos de suministros, y en el 2028 estos proyectos estarán en operación”, sostuvo Carlos Martín.

El CEO de BlueFloat Energy agregó que en estos momentos tienen siete proyectos en desarrollo, de los cuales tres tienen prefactibilidad. Vientos Alisios es el más avanzado, pero también se avanza en dos proyectos más para las costas de Santa Marta, y otros cuatro más en La Guajira, Atlántico y otro en Bolívar.

El plan de Barranquilla.

Cerca de Barranquilla se construirá el primer parque eólico costa afuera de América Latina, tal como quedó estipulado en el memorando de entendimiento firmado en el marco del CERAWeek, que se llevó a cabo en Houston (EE. UU.), en marzo pasado.

Se trata de un megaproyecto para la generación de energías limpias que, con una inversión de un billón de dólares, generará más de 350 megavatios, planificados para llegar hasta 500 en un área en Barranquilla y el Atlántico.

Esta ciudad forma parte desde el 2018 de la Asociación Mundial de Ciudades Energéticas (WECP, por su sigla en inglés), situación que posibilitó la puesta en marcha del proyecto.

Para el alcalde Jaime Pumarejo, la importancia de este parque es que Barranquilla entra a las grandes ligas de la construcción de infraestructura offshore.

Asimismo, la construcción del megaproyecto representa la creación de por lo menos unos 50.000 nuevos empleos directos e indirectos, potencial para atraer inversiones por 27.000 millones de dólares e impulsar el desarrollo portuario. El Distrito no aportaría recursos, sino cooperación técnica.

Precisamente, esa misma semana Monómeros anunció la construcción de una planta de amoniaco verde, la cual estará articulada con el parque eólico. Según lo determinó la compañía, la inversión será de 300 millones de dólares.

“Hoy nos convertimos en la capital energética de América Latina. Esta revolución ya arrancó con el primer parque eólico costa afuera. Respondemos al reto de construir biodiverciudad, generar calidad de vida y atraer nuevas industrias que jalonen empleo”, aseveró Pumarejo.

Y agregó que este proyecto lo que busca son “alternativas más baratas, estables y amigables con el medioambiente, que nos permitirán abastecernos y luego exportar y generar ingresos”.