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Así ha avanzado el ‘fracking’ en los países que usan esta técnica


El panorama del mercado de los hidrocarburos en el mundo es precario, de acuerdo con Calderón.

En Argentina, el 20 % del gas producido viene de esta fuente. Piden hacer pilotos con información.

La guerra en Ucrania y las sanciones al gobierno de Vladimir Putin tienen a Europa sumida en una crisis energética sin precedentes que, con el recorte del suministro del gas ruso, tiene a Alemania quemando carbón en grandes cantidades para cubrir la demanda de energía eléctrica de sus ciudadanos, que están pagando precios exponenciales, como en gran parte de Europa.

Con este espejo internacional, en el que, por ejemplo, Inglaterra paga hoy el megavatio de energía a 500 euros, contra 20 euros que cuesta en Colombia, el ministro de Minas y Energía saliente, Diego Mesa, llama la atención sobre la necesidad que tiene el país de avanzar en fortalecer más la autosuficiencia energética, especialmente en gas, a través de la ejecución de los proyectos piloto de estimulación hidráulica y perforación multietapa, técnica conocida como fracking.

“Los pilotos son un seguro que permitirá, en etapa investigativa y no comercial, monitorear las variables y por eso es clave hacer el ejercicio, de forma contenida, y con esos insumos se toma una decisión informada con base en la ciencia y la investigación”, insiste el funcionario.

Y es que estos yacimientos que requieren del fracking son ricos en gas y han sido grandes contribuyentes en países como Argentina, Canadá y Estados Unidos, que han logrado, a través de la técnica, mantener una producción estable y reemplazar reservas para garantizar al abastecimiento.

Mientras que, en el Congreso, dentro del paquete de proyectos legislativos que se alistan está uno que busca prohibir el fracking, pese a que el Consejo de Estado dejó en firme las normas técnicas expedidas en 2013 y 2014 para regularlo. Desde Argentina los expertos en el tema respaldan la toma de decisiones informada.

“El problema es comunicacional porque la sociedad le tiene miedo a lo que desconoce. Hace 5.000, 2.000 o 500 años el hombre les tenía miedo a los truenos relámpagos y tormentas. La fractura hidráulica tiene más de 70 años y en los pozos convencionales ya se hace”, señala Luis Stinco, doctor en Geología, Consultor y director del Instituto del Gas y del Petróleo de la Universidad de Buenos Aires.

El experto explica que, en Argentina, la formación Vaca Muerta está aportando, a través del fracking, el 20 por ciento de producción de gas a través de operaciones se hacen de manera más cuidadosa, tomando los aprendizajes de Estados Unidos, fundamentalmente priorizando la presencia de seres humanos que están en la operación y el medio ambiente.

“Esta es una actividad antrópica como cualquier otra (pesca, agricultura o industria, entre otras), y si llega a suceder algún tipo de derrame, da lo mismo que sea un campo petrolero convencional que uno en sale (esquisto). Eso tiene que ver con las mejores prácticas que se utilizan en cada una de las actividades”, agrega.

Y señala que en Argentina se ha perforado un promedio anual entre 1.000 y 1.200 pozos como promedio de los últimos 10 años, y unos 50 a 60 de exploración.
“La realidad es que no hay inconvenientes por la actividad del fracking”, explica.

Falso dilema

Stinco coincide con el ministro Mesa, en el sentido de que hoy existe un falso dilema sobre el efecto del fracking en el suelo y el cuidado ambiental que en Europa han liderado países como Alemania, que en el 2017 prohibió la actividad y que desde 2011 comenzó a cerrar las plantas de energía nuclear.

“Ellos tienen otras ideas, pero de hecho cerraron todas las centrales nucleares, no saben qué hacer para reabrir y se ponen a quemar carbón, entonces esa onda verde tampoco es tan cierta”, señala.

Recientemente, la revista The Economist publicó un artículo sobre la situación de Alemania, en el que explica que la geología comprobó que casi todo el gas se puede extraer solo mediante el fracking.

La publicación cita a Hans-Joachim Kümpel, exjefe del principal organismo asesor del gobierno de Ángela Merkel sobre geociencia, quien señala que “finalmente, dejamos de intentar explicar que el fracking es absolutamente seguro. Realmente no puedo culpar a las personas que no entienden la geología del subsuelo si todo lo que escuchan son historias de terror”.

Por ello, Stinco insiste en que el cuidado que hay que tener, en el caso de los no convencionales, es hacer un buen diseño de pozo, primero vertical hasta el objetivo, y cuando se comprueba que efectivamente está lo que se busca, en este caso Vaca Muerta (en Colombia la formación La Luna, por ejemplo), y luego se hace la rama horizontal en el subsuelo.

Sobre el agua, Stinco subraya que en la cuenca neuquina el 96 por ciento del agua termina en el océano Atlántico y no compite con las necesidades de otras actividades humanas. “Muchas veces se plantea que le van a quitar el agua que se utiliza para la producción de frutas o plantíos, o para los criaderos de pollos, entre otros, y la realidad es que no”, recalca.

Estados Unidos y otras

Datos del Servicio de Administración de Información de Energía de Estados Unidos, estiman que en el año 2021 la producción de gas de esquisto seco de ese país, obtenido con fracking, fue de 26,8 billones de pies cúbicos, siendo el 79 por ciento del total.

En el caso de Canadá, país con altas exigencias ambientales, según el documento “Evaluación de las posibilidades y desafíos del gas de esquisto en la transición energética mundial”, publicado en la revista científica Investigación, Sociedad y Desarrollo, más de la mitad de los pozos de petróleo y gas natural en el oeste del país se estaban perforando horizontalmente. Y, desde el 2013, alrededor del 80 por ciento de los pozos de petróleo en producción, en la provincia de Alberta, han estado utilizando técnicas de perforación horizontal. Sin embargo, en ese mismo país, en las provincias del este el fracking ha sido objeto de moratoria.

Se espera que la producción de gas no convencional en este país siga creciendo y en 2040 su contribución sea del 30 por ciento a la producción total de gas natural.

A su turno, en China, uno los primeros países fuera de América del Norte en desarrollar recursos de gas de esquisto, entre 2011 y 2016 se perforaron más de 600 pozos de gas que produjeron 500 millones de pies cúbicos por día a finales de 2015, y se espera que el gas con fracking sea más del 40 por ciento de la producción total del país para 2040.

Tras la revolución del esquisto en Estados Unidos, la Administración Nacional de Energía de China propuso un plan nacional para lograr una producción de alrededor de 1 terapié cúbico de gas para 2020 y alrededor de 3 terapíes para 2030, un nivel cercano a las reservas actuales de Colombia.