Los residuos electrónicos pueden proveer los minerales requeridos para la la transición enegética.
El crecimiento en el uso de las energías renovables implica también un aumento de la minería.
La transición a energías renovables requiere minería. Si bien el mundo se ha propuesto dejar la quema de combustibles fósiles de lado y empezar a transitar hacia la generación y aprovechamiento de la energía a partir de fuentes renovables como el sol y el viento, esa transición también tendrá un impacto en el planeta con un exponencial aumento de la extracción de minerales.
Pero, ¿es la minería tradicional que utiliza y explota recursos naturales la única solución? Expertos en el tema creen que no y que la minería urbana podría servir como un complemento clave para hacer del país un importante exportador de minerales de manera responsable con el planeta, como lo ha planteado la Organización de la Naciones Unidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
¿Por qué la minería urbana es una opción viable para una transición más sostenible?
Camilo Prieto, ambientalista colombiano.
Demanda creciente de minerales en el mundo
Un estudio de la Agencia Internacional de Energía (IEA, sigla en inglés) estima que, para lograr lo pactado en 2015 en el Acuerdo de París y empezar a utilizar la energía solar y eólica, que tienen menor impacto en la emisión de gases, al igual que las baterías para gestionar la energía del futuro, la demanda de litio aumentará en el mundo 4.200 %; la de grafito, en un 2.500 %; la de níquel, en 1.900 %, y tierras raras, en 700 %.
Según la IEA, tan solo construir un vehículo eléctrico requiere, comparado con un vehículo tradicional, el doble de cobre, el doble de magnesio y otros minerales que no se usan convencionalmente en la producción de estos, como litio, níquel, cobalto y grafito. Además, estos materiales requieren grandes cantidades de mineral para su extracción; por ejemplo, en el caso del cobre se necesitan aproximadamente 200 toneladas de mineral que se excavan, mueven, trituran y refinan para solo producir una tonelada de este metal.
Comparación de minerales usados para la construcción de un vehículo.
La demanda es tal, que en el mundo los grandes productores de metales como Chile, potencia en la producción de cobre, ya se visionan como relevantes proveedores de esa materia prima que será clave para la transición de un mundo basado en la quema de derivados del petróleo y otros combustibles hacia un mundo con menos emisiones de gases de efecto invernadero, principales causantes del calentamiento global.
Allí, de hecho, Colombia tiene una gran oportunidad, puesa se sabe que existen reservas de cobre en zonas de reserva forestal como la del Pacífico; que, además, hay seis yacimientos de níquel, distribuidos en los departamentos de Córdoba y Antioquia; y un estudio de la Universidad Nacional encontró presencia de metales y tierras raras en el carbón extraído en Boyacá y Cundinamarca, la Formación Amagá –en Antioquia–, y la Secuencia Volcanoclástica de Aranzazu, en Caldas.
El ministro de minas y energía, Diego Mesa, ha hecho hincapié en la importancia de que el país aproveche la oportunidad comercial y diversifique su balanza minera exportadora para aprovechar el ‘boom’ mundial de materias primas necesarias para “la nueva energía”, como él la ha denominado.
“Una de las grandes oportunidades de Colombia en el futuro, es la extracción de cobre debido a la importancia y transición energética en el mundo, sin descuidar la producción del oro y otros minerales que actualmente se extraen en Colombia”, le dijo Mesa a EL TIEMPO a inicios de este año.
Residuos, un complemento a la minería
Pero la minería, el proceso de extraer recursos, puede hacerse también cumpliendo con el ODS número 12, que plantea que el mundo debe transitar hacia una “Producción y consumo responsables”. Y la clave está en los residuos. En 2021, el mundo generó 57,4 millones de toneladas de Residuos de Equipos Eléctricos y Electrónicos (WEEE, por sus siglas en inglés). En esa pila de elementos desperdiciados, que de hecho superan en peso a la muralla China, también se puede hacer minería, una denominada minería urbana.
Según explica Carlos Aristizábal Alzate, investigador y profesor del Instituto Tecnológico Metropolitano de Medellín, la minería urbana es lo mismo que la tradicional, solo que los metales y otros recursos son extraídos a partir de elementos que fueron utilizados y que pueden seguir aprovechándose ilimitadamente, como es el caso del cobre, uno de los metales más aprovechados en el país por ser 100 % reciclable y que está presente en decenas de dispositivos.
En una tonelada de residuos eléctricos y electrónicos hay muchísimos más metales que en una mina. Y eso conlleva a dos grandes ventajas.
“En una tonelada de residuos eléctricos y electrónicos hay muchísimos más metales que en una mina. Y eso conlleva a dos grandes ventajas. La primera es que usted tiene el producto localizado y focalizado, y ya sabe qué cantidades va a encontrar porque está estandarizado cuánto oro, paladio y platino tiene una tarjeta de circuito eléctrico. La segunda es que ese metal ya está de manera muy pura en esa tarjeta, entonces no tendrían que llevarse a cabo tantos procesos industriales lo que llevaría a favorecer las políticas de economía circular”, destaca Aristizábal Alzate.
Minerales disponibles dentro de los distintos tipos de residuos eléctricos y electrónicos.
El experto, quien hizo parte de un grupo de investigadores que analizó cómo Colombia podría aprovechar sus residuos a través de la minería urbana, asegura que hoy el país solo alcanza a aprovechar el 10 % de los elementos que desecha, cuando hacerlo podría significar una gran oportunidad comercial y también un menor impacto ambiental.
Por ejemplo, según los datos de la investigación en la que trabajó Aristizábal Alzate en comparación con la minería tradicional, en el aprovechamiento de WEEE se gasta 95 % menos energía obteniendo aluminio, 85 % menos obteniendo cobre, 74 % menos con el hierro y acero y 65 % menos obteniendo plomo.
El problema, dice el experto, es que hoy no hay un mercado creado para las más de 130.000 toneladas de residuos electrónicos que el país genera anualmente, según datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. En el mundo el panorama no es distinto, en 2019 la ONU calculó que el mundo pierde cada año $62.500 millones de dólares cada año por no aprovechar los elementos disponibles en la WEEE.
Metales recuperados anualmente en Colombia a partir de dispositivos móviles.
“Antiguamente, hace 10 o 15 años, una botella de plástico PET usted las veía en la calle, tiradas por ahí. Sin embargo hoy en día tienen una alta demanda porque de alguna manera alguien valorizó eso, lo aprovechó y las otras industrias se dieron cuenta del potencial que podía haber como materia prima más barata y expedita. Con el aceite usado de cocina pasa exactamente lo mismo. Ya hay un mercado para esos aceites porque ya hay una demanda de ese producto para generar biodiesel y glicerina. Entonces en la medida que vamos estableciendo una industria nacional basada en la recuperación de ese tipo de dispositivos vamos a encontrar mayores posibilidades para un aprovechamiento”, enfatiza el experto.
Aristizábal Alzate agrega que, sin embargo, esta oportunidad de industria no reemplazará la minería tradicional, sino que funcionará como complemento.
Energía que se ahorra al hacer minería urbana frente a minería tradicional.
El caso del cobre en la minería colombiana
El cobre, mineral clave en la transición energética porque es necesario para vehículos eléctricos y turbinas aerogeneradoras, es una de las apuestas mineras de Colombia. Hoy se estima que se requieren cerca de 5 toneladas de cobre para una turbina de 2 MW. Este mineral, de hecho, llegó a su máximo histórico en 2021 cuando alcanzó a costar más de 9.200 dólares por tonelada.
Hay minerales que tienen una altísima posibilidad de recuperación como el cobre, el oro, el aluminio a partir de los residuos electrónicos
Es por eso que el país se ha propuesto convertirse en el tercer mayor productor de cobre de América Latina. Para hacerlo, como lo propuso el Ministerio de Minas y el presidente Iván Duque, el país debe pasar de generar 10 mil toneladas a 700 mil toneladas de este mineral metálico al año, y así poder quedar por debajo de Chile y Perú, los líderes de la región.
Para lograrlo, se ha planteado desde el Gobierno el desarrollo de 46 proyectos estratégicos de extracción minera, 15 de ellos de cobre y se le ha pedido a la Unidad de Planeación Minero-Energética (Upme), a través del Copes 4075 de marzo de este año, que diseñe una “estrategia para la producción de cobre, oro y otros minerales necesarios para consolidar la estrategia de transición energética, con base en el potencial geológico colombiano. Esta acción se ejecutará entre 2022 y 2027″.
Pero el cobre tiene una peculiaridad. Es un material 100 % reciclable y reutilizable. Es por eso, que expertos y ambientalistas, como Camilo Prieto, han propuesto al Gobierno que considerando los altos niveles de biodiversidad de algunas de las zonas donde se desarrollarán los proyectos de extracción de cobre en el país plantee el desarrollo de minería urbana para la obtención de este mineral, teniendo en cuenta los principios de un mundo que busca ser sostenible, y aprovechar los recursos que ya existen al no generar impacto extrayendo nuevos desde cero.
“Hay minerales que tienen una altísima posibilidad de recuperación como el cobre, el oro, el aluminio a partir de los residuos electrónicos. Lamentablemente en nuestro país todos estos residuos electrónicos terminan teniendo una pésima disposición guardados en una mesa de noche, en un depósito por años o botados en la basura. A lo que apuesta la minería urbana es que la gente tenga puntos de acopio, que hayan unas buenas redes de recuperación de estos materiales para involucrarlos en una cadena de economía circular”, señala Prieto.